Currículo de bachillerato
Por currículo se entiende el conjunto de objetivos, competencias (clave y específicas), contenidos (enunciados en forma de saberes básicos), métodos pedagógicos (a través de situaciones de aprendizaje) y criterios de evaluación.
Las orientaciones de la Unión Europea insisten en la necesidad de la adquisición de las competencias clave por parte de la ciudadanía como condición indispensable para lograr que cada persona alcance un pleno desarrollo personal, social y profesional que se ajuste a las demandas de un mundo globalizado, tecnológico y cambiante, y haga posible el desarrollo económico y de la sociedad, vinculado al conocimiento.
Siguiendo estas recomendaciones, en España se incorporaron al sistema educativo no universitario. La Ley Orgánica 2/2006 de Educación (LOE) hacía ya referencia, en su exposición de motivos, entre otros asuntos, a la necesidad de cohesión social, al aprendizaje permanente a lo largo de la vida y a la sociedad del conocimiento, e introducía el término competencias básicas por primera vez en la normativa educativa.
Por su parte, la Recomendación 2006/962/EC del Parlamento Europeo y del Consejo instaba a los Estados miembros a desarrollar la oferta de competencias clave. Con posterioridad, la Recomendación 2018/C 189/01 del Consejo establecía un marco de referencia europeo con ocho competencias clave:
- competencia en lectoescritura;
- competencia multilingüe;
- competencia matemática y competencia en ciencia, tecnología e ingeniería;
- competencia digital;
- competencia personal, social y de aprender a aprender;
- competencia ciudadana;
- competencia emprendedora;
- competencia en conciencia y expresión cultural.
Su incorporación al currículo conlleva una serie de implicaciones:
- Su adquisición eficaz y su integración efectiva en el currículo se logra mediante el diseño de actividades de aprendizaje integradas que permiten al alumnado avanzar hacia los resultados de aprendizaje de más de una competencia al mismo tiempo, ya que muchas de estas competencias se solapan y entrelazan.
- No existe una relación unívoca entre la enseñanza de determinadas áreas o materias y el desarrollo de ciertas competencias; cada una de ellas contribuye al desarrollo de las diferentes competencias y, a su vez, cada una de las competencias se alcanza como consecuencia del trabajo en varias áreas o materias.
El Gobierno, a través del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), previa consulta a las comunidades autónomas, fija el currículo básico (enseñanzas mínimas obligatorias en el conjunto del estado respecto a los objetivos, competencias, contenidos y criterios de evaluación) con el fin de asegurar una formación común a todo el alumnado. Esas enseñanzas mínimas constituyen el 50 por ciento de los horarios escolares en las comunidades autónomas con lengua cooficial y el 60 por ciento en aquellas que no la tienen.
Las Administraciones educativas de las comunidades autónomas establecen el currículo en sus respectivos ámbitos de gestión, del cual tienen que formar parte las enseñanzas mínimas establecidas por el MEFP. Además, han de revisar periódicamente dichos currículos para adecuarlos a los avances del conocimiento, así como a los cambios y nuevas exigencias de su ámbito local, de la sociedad española y del contexto europeo e internacional.
El currículo de bachillerato se articula en sucesivos niveles de concreción, en los cuales se adecúa progresivamente a las particularidades del contexto del centro y del alumnado que acude a él.
Por este motivo, también los centros educativos desempeñan un papel activo desarrollando, completando y adaptando el currículo a las necesidades del alumnado que acogen y al entorno en el que se encuentran. Para ello, elaboran una serie de instrumentos con los que se articula su organización pedagógica y curricular:
- el proyecto educativo, que incluye la concreción de los currículos establecidos por la Administración educativa;
- la programación general anual;
- las programaciones didácticas;
- la memoria final de curso, que recoge y evalúa las actividades y el funcionamiento del centro.
En la elaboración de estos documentos participa la comunidad educativa a través de los respectivos órganos de gobierno y de coordinación docente del centro. La concreción de los currículos establecidos por la Administración educativa es fijada y aprobada por el claustro, al igual que los aspectos educativos de la programación general anual.
Estructura
El bachillerato se desarrolla en modalidades diferentes y se organiza de forma flexible y en distintas vías con el fin de ofrecer una preparación especializada al alumnado acorde con sus perspectivas e intereses de formación o que le permita la incorporación a la vida activa una vez finalizado el mismo.
Las modalidades de bachillerato que pueden ofrecer las Administraciones educativas y, en su caso, los centros docentes son las siguientes:
- Ciencias y Tecnología;
- Humanidades y Ciencias Sociales;
- Artes;
- General.
El bachillerato se organiza en materias comunes, en materias de modalidad y en materias optativas.
El Gobierno, previa consulta a las comunidades autónomas, se encarga de establecer la estructura de las modalidades, las materias específicas de cada modalidad y el número de estas materias que debe cursar el alumnado.
Cualquier estudiante puede elegir entre la totalidad de las materias de modalidad establecidas. Cada una de las modalidades puede organizarse en distintas vías que faciliten una especialización del alumnado para su incorporación a los estudios posteriores o a la vida laboral. Los centros han de ofrecer la totalidad de las materias y, en su caso, vías de cada modalidad. Solo se puede limitar la elección de materias y vías al alumnado cuando hay un número insuficiente de estudiantes, según los criterios objetivos establecidos previamente por las Administraciones educativas.
Cuando la oferta de materias en un centro queda limitada por razones organizativas, las Administraciones educativas han de facilitar que el alumnado pueda cursar alguna materia en otros centros o mediante la modalidad de educación a distancia.
Las materias comunes del bachillerato son las siguientes:
- Educación Física;
- Filosofía;
- Historia de la Filosofía;
- Historia de España;
- Lengua Castellana y Literatura y, en los territorios donde corresponde, Lengua Cooficial y Literatura;
- Lengua Extranjera.
Corresponde a las Administraciones educativas la ordenación de las materias optativas. Los centros pueden hacer propuestas de otras optativas propias, que requieren la aprobación previa por parte de la Administración educativa correspondiente
Por su parte, la religión católica es una materia de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para el alumnado. A su vez, la enseñanza de otras religiones se ajusta a los acuerdos de cooperación celebrados por el Estado español con las diferentes confesiones religiosas.
Las Administraciones educativas establecen los modelos lingüísticos que organizan la enseñanza de las lenguas oficiales en sus respectivos ámbitos de gestión
Además, pueden establecer que una parte de las asignaturas del currículo se imparta en lenguas extranjeras sin que ello suponga modificación de los aspectos básicos del currículo. Al finalizar la etapa cada estudiante tiene que haber adquirido la terminología propia de las asignaturas en ambas lenguas. No obstante, los centros que impartan una parte de las asignaturas del currículo en lenguas extranjeras no pueden incluir requisitos lingüísticos en la admisión del alumnado.
Métodos de enseñanza y materiales
Métodos de enseñanza
La metodología didáctica es el conjunto de estrategias, procedimientos y acciones organizadas y planificadas por el profesorado, de manera consciente y reflexiva, con la finalidad de posibilitar el aprendizaje del alumnado y el logro de los objetivos planteados.
El MEFP establece los principios metodológicos que deben guiar la práctica docente en el bachillerato. Presentan las siguientes características:
- Las actividades educativas en el bachillerato han de favorecer la capacidad del alumno para aprender por sí mismo, para trabajar en equipo y para aplicar los métodos de investigación apropiados.
- Se ha de prestar especial atención a la orientación educativa y profesional del alumnado, incorporando la perspectiva de género.
- Las Administraciones educativas han de promover las medidas necesarias para que en las distintas materias se desarrollen actividades que estimulen el interés y el hábito de la lectura y la capacidad de expresarse correctamente en público.
- En la organización de los estudios de bachillerato se ha de prestar especial atención a estudiantes con necesidad específica de apoyo educativo. A estos efectos se deben establecer las alternativas organizativas y metodológicas y las medidas de atención a la diversidad precisas para facilitar el acceso al currículo de este alumnado.
Dentro de su autonomía pedagógica, los centros docentes son los que definen los métodos de enseñanza en el aula, de acuerdo con los principios pedagógicos descritos. También deciden sobre los materiales curriculares y los recursos didácticos. En esa línea, han de elaborar sus propuestas pedagógicas para todo el alumnado atendiendo a su diversidad. Asimismo, han de arbitrar métodos que tengan en cuenta los diferentes ritmos de aprendizaje del alumnado, favorezcan la capacidad de aprender por sí mismos y promuevan el trabajo en equipo.
Cada docente posee libertad para tomar sus propias decisiones metodológicas, que han de ser respetuosas con lo acordado a nivel de centro y con lo establecido por las Administraciones educativas correspondientes.
Materiales curriculares y recursos didácticos
Los libros de texto y materiales de enseñanza no requieren la previa autorización de la administración educativa en cuanto a su adopción y edición. En todo caso, deben:
- adaptarse al rigor científico adecuado a las edades del alumnado y al currículo aprobado por cada Administración educativa;
- reflejar y fomentar el respecto a los principios, valores, libertades, derechos y deberes constitucionales, así como a los principios y valores recogidos en las leyes educativas vigentes y en la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, a los que ha de ajustarse toda la actividad educativa.
En el ejercicio de la autonomía pedagógica, corresponde a los órganos de coordinación didáctica de cada centro educativo público adoptar los libros de texto y demás materiales que hayan de utilizarse en el desarrollo de las diversas áreas.
La supervisión de los libros de texto y otros materiales curriculares es competencia de las Administraciones educativas y constituye parte del proceso ordinario de inspección que ejerce cada una de ellas sobre la totalidad de elementos que integran el proceso de enseñanza y aprendizaje. En cualquier caso, se ha de velar por el respeto a los principios y valores contenidos en la Constitución y a lo dispuesto en la normativa vigente.
Las familias asumen los gastos en libros de texto y material escolar. Las Administraciones educativas convocan becas y ayudas para los alumnos que cursan estudios postobligatorios, entre ellos el alumnado matriculado en bachillerato, con el fin de contribuir a este gasto.
A su vez, existen algunas ayudas municipales o autonómicas para sufragar estos gastos.
Por último, aunque se han llevado a cabo diversas iniciativas para regular la tarea escolar que el alumnado tiene que realizar fuera del horario de clase, no existe legislación específica a este respecto. En consecuencia, queda a juicio de cada docente o de los acuerdos a los que se llegue en el centro.
Tecnologías de la información y la comunicación
Las Administraciones educativas y los equipos directivos de los centros públicos deben promover el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el aula como medio didáctico apropiado y valioso para llevar a cabo las tareas de enseñanza y aprendizaje. Además, las Administraciones educativas tienen que establecer las condiciones que hagan posible la eliminación en el ámbito escolar de las situaciones de riesgo derivadas de la inadecuada utilización de las TIC, con especial atención a las situaciones de violencia en la red. Por ley, se ha de fomentar la confianza y seguridad en el uso de las tecnologías prestando especial atención a la desaparición de estereotipos de género que dificulten la adquisición de competencias digitales en condiciones de igualdad.
En el marco del Plan de Cultura Digital en la Escuela del MEFP se ha ido desarrollando el Espacio Procomún Educativodestinado a usos educativos y de aprendizaje, fundamentalmente por parte de la comunidad docente y el alumnado, pero también por el público en general.
Actualmente, Procomún es una red de recursos educativos abiertos (REA), donde poder buscar, visualizar y descargar objetos de aprendizaje en formatos estándar y con licencias de uso abiertas para enseñanzas previas a la universidad. Integra una red social como punto de encuentro de la comunidad educativa, lo cual facilita la interacción con otros usuarios y usuarias, creando comunidades, compartiendo, valorando y difundiendo todo tipo de recursos educativos. A su vez, incorpora tecnología semántica que la vincula con otras redes digitales similares (Europeana, Redined, Biblioteca Nacional, Museo del Prado, Hispana y Dbpedia).
Los REA se ofrecen bajo una licencia abierta (Creative Commons España) que permite el acceso gratuito, así como el uso, modificación y redistribución por otros sin ninguna restricción o con restricciones limitadas.
Por su parte, el Proyecto EDIA (Educativo, Digital, Innovador y Abierto) del Centro Nacional de Desarrollo Curricular en Sistemas no Propietarios (CEDEC) promueve y apoya la creación de dinámicas de transformación digital y metodológica en los centros para mejorar el aprendizaje de los alumnos y promover nuevos modelos de centro educativo.
EDIA ofrece un banco de contenidos educativos para, entre otras enseñanzas, educación primaria. Se trata de recursos educativos abiertos (REA) curricularmente referenciados y que ofrecen propuestas ligadas a metodologías activas y al fomento de la competencia digital en el aula. Los recursos incorporan todas las plantillas, guías, rúbricas y documentos necesarios para llevar al aula la propuesta didáctica.
Los REA son creados con la herramienta de autor eXeLearning, por lo que cualquier docente puede acceder a los mismos para usarlos directamente, pero también descargarlos y modificarlos conforme a su contexto de aula. En torno a los REA del proyecto EDIA se han generado redes de docentes que dialogan sobre la aplicación de los recursos en el aula y el uso de la tecnología. Este claustro virtual constituye un marco de experimentación para plantear nuevos modelos de contenidos educativos que desarrollen aspectos como la accesibilidad y temas como la igualdad de género y la ciudadanía digital.